Barbie y Oppenheimer: Dos Elementos Cinematográficos Recién Estrenados que Invitan al Análisis

 Por Darío Merino 


Introducción

Recientemente, dos películas han llegado a la pantalla grande, cada una sumergiéndonos en universos totalmente diferentes e iguales. Irónicamente ambas, parece que obedecen al patriarcado heterosexual tan atacado en los últimos años: una para "niñas", otra, para "niños" al estrenarse el mismo día. 


Barbie: Un Icono de Generaciones



Desde su introducción en 1959, Barbie se ha convertido en un ícono cultural y una figura querida por millones de personas en todo el mundo, configurando los patrones de los roles de género de la lógica de la mercadotecnia capitalista occidental. 

Pero que, en su película live action, resultó ser el revés más profundo de todos los tiempos. Es decir, lo que no se esperaba que Mattel aprobara de su muñeca más famosa: una autocrítica sobre sí misma como producto, además del poderoso discurso feministas acompañado de la nulidad consciente de Ken como un ser infravalorado en Barbieland, y sobre valorado en esta realidad aún, patriarcal.

Además, de la trama existencialista de Barbie que está presente desde el principio hasta el final. Encantando y desencanto a propios y extraños.


Oppenheimer: Entre la Ciencia y la Responsabilidad Histórica



En otro extremo del espectro, la película "Oppenheimer" narra la vida y el legado de J. Robert Oppenheimer, el científico que dirigió el Proyecto Manhattan durante la Segunda Guerra Mundial y fue fundamental en el desarrollo de la primera bomba atómica. La película profundiza en la complejidad del personaje, explorando tanto sus logros científicos como sus dilemas éticos y morales.


Oppenheimer, considerado un genio por muchos y un polémico personaje por otros, se encuentra en el centro de un debate sobre la ciencia y su responsabilidad social al crear una de las armas más destructivas de la historia. 

Sobre todo, por la mentira histórica de que fue Albert Einstein quien creó la bomba (hasta la fecha el famoso científico judío es tachado de genocida),  cuando en realidad el Proyecto Manhattan, a quien contrata para desarrollar esta poderosa arma fue a Oppenheimer, situación que causó una de las rupturas en la amistad entre ambos brillantes científicos. Así es mi querido lector, no fue Einstein quien creó la bomba atómica.


¿Por qué comparar ambas películas?




Ambos personajes han sido influencias para distintas generaciones, pero ¿cuál es el impacto duradero de sus legados? ¿Cómo ha evolucionado la percepción pública de Barbie y Oppenheimer a lo largo de los años? ¿Qué enseñanzas podemos extraer de estos dos mundos dispares? 

El cine nos ofrece una ventana hacia mundos inexplorados.

Sobre todo porque ambas, desde su muy respectiva óptica, resultaron ser oscuras y crudas. Barbie desde un tono incomodamente reflexivo, y Oppenheimer, que más que biopic, es un thiller apasionante y psicológicamente abrumador, típico sello de Christopher Nolan.

Lo más extraño, y coincidente, mi curioso del pasado, es que históricamente después de las dos bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki el mundo cambió, siendo Barbie uno de los frutos de ese cambio de la segunda posguerra. Cosas de la historia.

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