La inteligencia de la verdad

 Por Darío Merino 

El pasado 11 de mayo de 2023 Google presentó las novedades que tiene frente a la competencia de inteligencias artificiales, sobre todo, ante su gran rival de conversación digital de inteligencia artificial: Open Ai o chatGpt.

Llama la atención que este servidor de Google conocido como Bard tiene múltiples funciones, entre ellas, la aplicación de "ayúdame a escribir" o "help me write".

La cual, según esto, como su nombre lo indica simulará nuestra manera muy particular de escribir y tendrá la capacidad de elaborar textos, responder correos y todo tipo de comunicación escrita que requiramos sin necesidad de hacerlo nosotros, sino la inteligencia artificial de Google.

¿Cómo es posible esto? Bueno gracias a la gigantesca base de datos que la empresa ha recabando de nosotros. En cierto sentido, cuenta con la base de datos suficiente para emular nuestro yo y crear un avatar de nosotros mismos de forma digital. Nuestro otro yo, creado desde ya, sin nuestro consentimiento y disponible en poco tiempo en cuanto la empresa de la gran "G" lo ponga a disposición de cada usuario.

¿Preocupante? Quizás. Pero eso no es todo, mi querido curioso del pasado, sino que Google también contará entre sus novedades con un sistema de validación de la verdad.

Una de las más grandes quejas con relación a las inteligencias artificiales es justamente que no hay una validación de verdad. Por ejemplo, si a chat gpt, de la empresa Microsoft, le preguntamos quien creó las pirámides de Teotihuacán, responderá que fueron los Aztecas. Lo cual, es falso. ¿Porque responde con una falsedad? Se preguntará usted.

No es que responda con una falsedad sino al mero estilo del programa "Cien mexicanos dijeron" el chat recaba información y apunta lo que la mayoría de sus datos señala, es decir, que la mayoría de la gente cree que fueron los Aztecas los que hicieron esas pirámides, así que responde de esa manera 

Razón que obliga a Google a indicar que se necesita validar la verdad y que su chat de inteligencia artificial indicará qué es verdad y qué no, y eso mi querido lector, sí debería de preocupar.

Porque a raja tabla y sin pedir permiso, Google comenzará a adueñarse de la validez del conocimiento y de un sistema de verdades que según la empresa asegurarán la garantía de lo que se debe o no creer, de lo que se debe o no, asegurar (de lo que se debe o no escribir, de lo que se debe o no publicar).

Las distintas revoluciones industriales en la historia de la humanidad han sido acusadas de suplantar la fuerza o intelecto del trabajador y de desplazarlo.

Pero que esta nueva revolución industrial digital sea capaz de apropiarse de lo que es verdadero, de lo que no, eso sí, ya es un poco preocupante. Cosas de la historia.

*Querido lector, por situaciones de Copyright en la subida del podcast que hice sobre la empresa Warner Brothers, deberé resubir el podcast el fin de semana, cuento con su comprensión y espera en este trabajo que usted ha hecho crecer al seguir y compartir.