Blanca Navidad parte 2

 

Por Dario Merino


La revolución industrial acompañada del capitalismo hizo de las festividades decembrinas un factor del consumismo y nostalgia.

En el siglo XIX en los países de Europa Occidental, el orden y progreso provocado por la revolución industrial conformaron una poderosa clase social conocida como burguesía que creció sobre la base de miles de trabajadores de las industrias: sobreexplotados, mal pagados y tratados con poca y, a veces, nula dignidad humana.

La opulencia del capitalismo entre  los sectores más afortunados conllevó a que estos se fueran apropiando y aprovechando  del espíritu de la navidad, para convertirla en un objeto comercial.

A mediados del siglo XIX, la crítica de Charles Dickens en su celebérrimo libro: "Cuento de Navidad", donde un banquero avaro (estereotipo del burgués judío), Eben Ezer Scrooge, cruel e inmisericorde con su comunidad en especial con su secretario Bob Cratchit; muestra la inconformidad de que está festividad espiritual o religiosa se tradujera en meros aspectos financieros. Y, a pesar de la observación de Dickens,  la maquinaria capitalista por sacar provecho de la navidad continuó.

Después de la primera guerra mundial la esfera de la economía global sufrió movimientos teluricos importantes. La nobleza heredera del pasado medieval salió de la escena y de manera definitiva la burguesía ascendió entre las clases sociales por medio de empresas trasnacionales que dieron su toque y color a la navidad, pintándola de rojo y blanco, como en el caso de la empresa refresquera mas importante del mundo.

El investigador Santiago Calle Álvarez indica que en 1931,  la empresa del refresco de cola, le encargó al pintor Habdon Sundblom rediseñar a Papá Noel,  ponerle los colores de su empresa,  rojo y blanco, así como hacer de Santa una figura  bonachona, según apunta Calle, a la imagen y semejanza de un hombre de cabello cano, robusto y con apariencia de haberse jubilado de alguna gran industria para dedicar su vida a hacer felices a millones de personas y, al mismo tiempo, ser feliz al disfrutar de su bebida.

El icono de Santa Claus sirvió para que esta empresa encontrara un lugar importante en el mercado durante los años de la prohibición del licor en los Estados Unidos, y aunque fue promocionada como bebida fría en épocas invernales, la idea funcionó y permanece hasta nuestros días.

Así, el capitalismo transformó a la navidad en el espejismo ilusorio donde el pretexto de ser una época de "dar" conllevaba a la compulsión por el consumir y junto con ello la globalización de los símbolos navideños: renos, nieve, pinos, muérdago, esferas, etc; muy a pesar de que no en todo el globo terráqueo son las mismas condiciones climáticas durante invierno, imponiendo la norma de la blanca navidad hasta en zonas tropicales.

La nostalgia permaneció, pero ahora acompañada de la tónica capitalista.

La canción de Bing Crosby  "White Christmas" utilizada en la película "Holliday Inn", de 1942 fue uno de los primeros villancicos contemporáneos que recordaban los días nostálgicos del ayer.

La vida compleja del hombre moderno hizo de la navidad un tiempo de doble filo. Si, por un lado permite la reflexión y el acercamiento familiar; por otro, provocó el incremento del fenómeno colectivo conocido como Transtorno estacional afectivo o "Winter blues" (inviernos azules).

Diagnosticado y bautizado como "Winter blues" por primera vez en 1980 por el psiquiatra Norman E. Rosenthal quien destacó que en invierno, en países al norte del trópico de cáncer, la ausencia de luz solar conllevaba a episodios de tristeza, ansiedad, irritabilidad, alegría repentina, aumento de peso, disminución de apetito sexual, falta de concentración y, lo peor, suicidio.

Este padecimiento quedó plasmado el DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los trastornos mentales), aunque sus causas son multifactoriales, por un lado, la ausencia de luz durante otoño e invierno son  condiciones que causan comportamientos nostálgicos en ciertas personas.

Rosenthal y otros especialistas recomiendan la atención psiquiátrica para aminorar los padecimientos,  así como terapia lumínica adecuada al diagnóstico y muy recientemente el Dr. Rosenthal ha publicado que la poesía ayuda para disminuir los efectos del Transtorno afectivo estacional.

De este modo, durante la segunda mitad del siglo veinte y lo que llevamos del veintiuno, la navidad se ha transformado, incluso,  alejado quizás del significado original.
Sepultada por la publicidad excesiva del consumismo.

Como vemos, la navidad y las fiestas de fin de año son procesos históricos cambiantes, con sus peculiaridades y ha acompañado a la humanidad desde incluso tiempos anteriores al cristianismo. Queda en cada uno, la forma en cómo será rememorada sin deja de tener presente que, tal y como la conocemos ahora es en buena medida una configuración del capitalismo. Cosas de la historia.

Fuentes:
Calle, S. (2018), La navidad de consumo, Universidad de la Cuenca. Consultado [8 de diciembre 2022].
Gaton, Moreno, et al, (2014), Transtornos Afectivos Estacionales "Winter blues", en Revista Especializada en Neuropsiquiatria. No. 1, Vol. 35
Canal 22, La oveja eléctrica, 2021, temp. 16, cap. 10. [Consultado 8 de diciembre 2022]. Recuperado de : https://youtu.be/JCZ4w5iXakM

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