Lamentos del mas allá, parte II

 Por Dario Merino



En la tranquilidad de la noche, mientras se oye el ulular de los búhos y el canto de los grillos, las aguas de un lago se agitan. Emerge del fondo la figura fantasmal de una mujer que llora la muerte de sus hijos.

Cuenta la leyenda que tras abandonar a su marido, decidió ahogar a sus hijos en el río. Desde entonces, lamenta lo sucedido arrepentida y, vaga por los lagos y lagunas de México...



Otro de los relatos vinculados a la llorona fue el de una mujer novohispana, esposa de un noble que, al serle infiel, mató a sus hijos y luego se quitó la vida debido a la ignominia del adulterio, condenada a vagar por las noches lamentando su pérdida. 


Esta historia conlleva las complejidades de la sociedad novohispana, al apuntar control y rol de género hacia las mujeres en un contexto donde el adulterio era más penado para las mujeres que para los hombres.


El relato aterrador de una "aparecida" que plañe por su liviandad moral terminó por convertirse en el estereotipo de la fémina infiel.


Y, después de todo, en ejemplo para las señoritas de la época quienes debían guardar la compostura y la sensatez de sus sentimientos ante las galantería de un caballero. Máxime, si ellas ya estaban pedidas y dadas a otro hombre de "buen nombre".


No fuera a ser la de malas y terminaran arrastradas por bajas pasiones como le sucedió a la esposa de aquel noble.


Podemos pensar en la carga ideológica que implicaba narrar a las niñas, niños y señoritas un relato como el de la llorona, la lección moral que contenía por medio del terror para colocar el freno a los arrebatos desordenados que la sociedad virreinal pretendía censurar. 


Como demuestra la Dra. Pilar Gonzalbo, las familias novohispanas determinaban su presencia en sociedad a través de la situación social, el prestigio familiar, el reconocimiento profesional y la honestidad. Incurrir en el escandaloso adulterio no sólo implicaba la desaprobación de la sociedad, sino el castigo divino aplicado como le ocurrió a la llorona que, por sus malas decisiones, quedó condenada a vagar y aterrorizar a las personas cada noche. Cosas de la historia. 


Comentarios

  1. Cierto las leyendas tienen una función ideológica que fomentan la creación de valores y regulación dentro de un grupo social, aunque hoy en día forman parte del folklore de determinados lugares. Muy apropiado su texto maestro. HGHS

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