Entre el viejo y nuevo mundo. Parte II.
Por Darío Merino
En Nueva España durante los siglos XVII y XVIII había grupos sociales más o menos definidos determinados por su apellido, posición social y poder adquisitivo; como en el caso de los criollos y los peninsulares.
Existió cierta rivalidad entre estos dos grupos.
Ambos tenían recursos financieros considerables, pero no compartían su origen y, en ocasiones, los peninsulares traían consigo un largo linaje de alcurnia conocido como hidalguía.
Por su parte, los criollos eran españoles que habían nacido en Nueva España, en consecuencia, se habían educado en estas latitudes y fueron considerados por los peninsulares como españoles de segunda, sobretodo por la falta de hidalguía en una sociedad que daba extrema importancia a los títulos nobiliarios y apellidos de categoría.
Mientras tanto, la presencia de los españoles peninsulares fue percibida por los criollos como una invasión que, al hilo del tiempo, fue condensado en el hecho histórico de la conquista.
Los constantes menosprecios y faltas de oportunidades de "brillar en sociedad" que los criollos padecían fueron un motivo por el cual buscaron tanto su propia identidad como la del territorio donde habían nacido.
Ya que las crónicas de viajeros y pésimas descripciones de los peninsulares con respecto a la Nueva España la calificaron como tierra inmunda, salvaje y moralmente desordenada.
En la búsqueda por una identidad los criollos tomaron como base el pasado prehispánico, resaltando el valor de las culturas precolombinas, sus avances y rasgos artísticos para defender que esta tierra, llamada hasta ese momento Nueva España, no era lo que las anécdotas de los viajeros habían señalado.
Aportaciones ilustres como la del historiador criollo Francisco Xavier Clavijero en Historia Antigua de México (a finales del siglo XVIII), sumaría en primera instancia a la formación del nacionalismo criollo titulado su obra con el nombre de México, y no con el término de Nueva España.
En segunda instancia, esta tierra no era más que un conglomerado de culturas y civilizaciones que bien podrían compararse a la grandeza de las civilizaciones de la antigüedad clásica: Babilonia, Persia, Grecia y Roma.
En tercera instancia, que dicha grandeza fue censurada y suprimida por la intoletante barbarie española propia del siglo XV.
Y aunque el texto de Clavijero fue dado a conocer en 1826, resume el sentir de la mayoría de los criollos previo a lucha de la independencia de 1810. Configurando así en el imaginario colectivo criollo el nacionalismo que aseguraría que la lucha contra España y los peninsulares era producto de la opresión causada por la conquista en 1521 y que serían ni más ni menos los criollos como Josefa Ortiz de Domínguez, Ignacio Allende y el cura Miguel Hidalgo, los que defenderían-vengarían- la sangre derramada de los antiguos mexicas de quienes ellos decían ser herederos. Cosas de la historia.
muy buena artículo. desconocía
ResponderBorrarlos datos sobre fecha de la publicación del texto de Clavijero. gracias
A ti Héctor, si aunque propio del siglo XVIII, fue dado a conocer en el México recién independiente en 1826
BorrarHola, siempre algo nuevo que aprender gracias.
ResponderBorrarEl sentimiento de identidad nacional fue fundamental para el inicio de la independencia de México y como bien se ilustra la religión entre otros hechos involucro a otros grupos sociales para el éxito de este movimiento, hoy en día
ResponderBorrarMéxico es un país con una gran diversidad cultural, esto no es malo ya que la variedad de tradiciones nos enriquece y nos distingue en el mundo. HGHS