Lucio: una verdad histórica.
Por Darío Merino
En el sexenio de Lázaro Cárdenas del Río (1934-1940) el proyecto de eduación socialista tuvo la intención de que la escuela se conviertiera en un factor de transformación del contexto comunitario. Hacer de cada alumno un agente productivo para la sociedad ya fuese urbana o rural; para lograr esto, los maestros deberían ser capacitados, formados e instruidos en las ciencias pedagógicas del momento y dejar a un lado al docente empírico, elegido docente solo por ser el único que sabía leer y escribir.
El proyecto de educación socialista apoyó a diversas escuelas normales rurales con el objetivo de estas enseñaran las técnicas modernas agropecuarias a los alumnos y crearan una conciencia de clase frente a la explotación de los regímenes capitalistas.
Por su parte, Luis Echeverría en los años setenta, por presión de los Estados Unidos, buscó, vigiló y cazó a todo aquello que representara una amenaza para el llamado "mundo libre" capitalista.
Por estas mismas décadas las escuelas rurales normales fueron acusadas de ser nidos de adiestramiento guerrillero soviético.
Siendo la Escuela Normal de Ayotzinapa, en el estado de Guerrero, una de tantas que trató de sacar adelante a su comunidad levantando la bandera anti capitalista.
Según el discurso de la época estas amenazas se inspiraban en instigaciones de la Unión Soviética, en un momento en que el planeta se dvidía solo en dos sopas: capitalismo o socialismo soviético.
Movilizaciones, huelgas obreras o estudiantiles, así como conciertos de rock (caso Avándaro en septiembre de 1971) y cualquier reclamo social contra el sistema tenían olor a socialismo; en consecuencia, debía ser apagado lo más rápido posible, secuestrando, torturando y matando a los líderes de dichas manifestaciones, a este mecanismo se le llamó guerra sucia.
En México, las zonas del sureste del país se han destacado en buena medida por ser olvidadas de los programas sociales y financieros del Gobierno federal.
La marcada pobreza, analfabetismo, atropellos, falta de oportunidades de crecimiento económico, cacicazgos y corrupción del sistema priísta, aunado a la profunda discriminación que las diversas comunidades indígenas han padecido, se convirtieron en el caldo de cultivo de "guerrillas".
En la decada de los sesenta, el profesor, egresado de la Normal de Ayotzinapa, Lucio Cabañas fue uno de tantos que buscaron cambiar las cosas en su comunidad, Atoyac de Álvarez.
Su objetivo fue ayudar a los pobres en Guerrero. Encabezó el Partido de los pobres, conformó una de las primeras organizaciones sociales magisteriales en el sur de México; y peleó contra los despojos de los caciques, ejidatarios y talamontes clandestinos guerrerenses.
En noviembre de 1967, 11 meses antes del 2 de octubre del 68, los padres de familia de la escuela primaria de Atoyac "Juan N. Álvarez" solicitan la intervención del maestro Lucio Cabañas a causa de los cobros excesivos de la directora Julia Paco Pizá y profesores que la apoyaban. El mitin se salió de control por lo que fue solicitada la ayuda de la fuerza pública, la cual irrumpió y, a punta de balazos, trataron de apresar al maestro Cabañas.
El nombre de Lucio Cabañas ya se oía entre los pasillos de Los Pinos, la presión por Estados Unidos y la CIA por acabar con los movimientos de tipo socialista, aumentaban. Tener al Estado de Guerrero como una zona roja no era conveniente, tarde que temprano se le tenía que apresar y castigar al "asaltante y secuestrador" Lucio Cabañas, (términos que usaron los altos mandos militares el día fatídico que notificaron haberlo abatido con las armas en 1974).
La muerte de Lucio Cabañas no quedaría hasta ahí, las semillas de la lucha por la reivindicación de los derechos de los menos privilegiados continuaría en años subsiguientes siendo el más reciente en la historia contemporánea de México la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa, Guerrero. Cosas de la historia.
Curioso saber cómo es que desaparecen las personas que quieren cambiar el sistema, también es curioso que estando en la época donde toda la información está en nuestras manos, la verdad tarde en salir, donde recientemente y haciendo énfasis en los 43 de Ayotzinapa, mencionen que se hacían reuniones entre mandos para decidir qué versión dar…
ResponderBorrarPero simplemente como este buen blog, son cosas de la historia…
Gracias por tu comentario Fermín, así es, sigue siendo un estado barbárico donde las desapariciones quedan impunes a pesar del acceso a la información
ResponderBorrarUff que buen tema profesor. Así siempre a sido callar a los que pueden cambiar al mundo... A los que no les parece lo que hacen al gobierno y no a sido el único, han sido varios y no solo respecto a la politica si no tambien a investigadores cómo Frank Suárez que lo mataron por descubrir la cura del cáncer y antes de sacar su libro decidieron callarlo .. lamentablemente es así nuestro gobierno
ResponderBorrarEs cierto el motor de cambio de una sociedad es la educación en ella se desarrollan valores, conceptos y sobre todo la conciencia de clase, de manera que los estudiantes buscan alternativas para mejorar su calidad de vida y no siempre son bien recibidas por los gobiernos por lo tanto los reprimen de diversas maneras e incluso les quitan la vida. HGHS
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