Pánico satánico. Parte I
Por Darío Merino Posterior a la segunda guerra mundial Estados Unidos fue, como después de la primera guerra mundial, un receptor de inmigrantes latinos, europeos y asiáticos. Para el catolicismo y las iglesias protestantes estadounidenses los recién llegados no fueron un foco de proselitismo religioso importante; hasta que misioneros y evangelistas como Billy Graham en los años sesenta emprendieron esfuerzos de propaganda para convertir al cristianismo tanto a los inmigrantes como a los creyentes norteamericanos que habían perdido la fe. Uno de los principales núcleos de este fenómeno fue el Estado de California. Diez años después, en los setenta, en California ocurrió el "boom" de iglesias ahora llamadas evangélicas denominadas pentecostales que con fervor y sermones emotivos captaban la atención de los oyentes. Lograron transmitir sus mensajes vía televisada llenando la barra de horario estelar. Resonaron nombres como la pastora Kathryn Kulman, Benny Hinn, David Wilkerson