Nezahualodo

Por Darío  Merino

Durante 1950, la Ciudad de México experimentó un crecimiento demográfico extraordinario y, cómo no podía albergar a tantos, extendió la urbanización a las actuales alcaldías tales como Iztapalapa,Tláhuac, Iztacalco, entre otras, ubicadas en la Ciudad de México, así como en la periferia del Estado de México, en este caso, en el territorio del ex vaso de Texcoco donde se fundó Ciudad Nezahualcóyotl. 

Su lotificación apresurada, los costos relativamente bajos del metro cuadrado, la zona plana y su cercanía con la Ciudad de México fueron factores importantes para su crecimiento.

Cientos de familias lo habitaron construyendo casas improvisadas hechas de cartón. 

Sin pavimento, el municipio recién creado recibió el nombre de Nezahualodo, no solo por no contar con asfalto, además, la zona lacustre, increíbles lluvias y el sistema de drenaje casi inexistente le llevó a inundarse en repetidas ocasiones.

Creció con el estigma de la delincuencia, pandillerismo, rezagos educativos e índice económico bastante bajo, ya que la mayoría de sus pobladores o eran obreros en las industrias de la Ciudad de México o tenían pequeños negocios.

La fuerza de su población, que no dependió en varios sexenios de apoyos estatales y federales importantes, hicieron que pequeñas, medianas y grandes empresas oriundas del municipio dieran el salto hacia arriba.

A finales de 1990 y principios del 2000 pasó de ser Nezahualodo, a uno de los referentes más importantes del Estado de México, contribuyendo a la prosperidad económica de otros municipios de la zona oriente del Estado de México como Chalco, Ixtapaluca, Valle de Chalco, Los Reyes y Chicoloapan, por mencionar algunos; y, en 2018 ocupó el octavo lugar entre los municipios más prósperos del Estado de México. Cosas de la historia.