Pícaro y alburero
Por Darío Merino
México tuvo un crecimiento económico importante entre las décadas de 1940 a 1960 conocido como el Desarrollo estabilizador.
Después de este momento de auge vinieron tiempos difíciles entre los años setenta y ochenta: devaluación del peso, aumento de impuestos, crisis energética, todos distintivos del gobierno de José López Portillo.
Ya que entre las décadas de 1930 a 1960
-casi durante todo el desarrollo estabilizador- la calidad cinematográfica fue
excepcional: la época de oro del cine mexicano.
No fue así durante y después del periodo Lopezportillista pues, junto a la economía, el séptimo arte fue acompañado de una notable decadencia.
Nació el cine de ficheras y picardía mexicana: comedias eróticas que intentaban representar a los estratos sociales menos privilegiados.
Con guiones nefastos y pésima dirección actoral, aparte de entretener, exponía a las clases sociales menos afortunadas como un prototipo del mexicano emergente del Desarrollo estabilizador: pícaro, sátiro, alburero, alcoholizado; viviendo el día a día como si de una aventura sexual se tratara.
Algunas películas representativas del momento fueron: Tívoli (1974), La corneta de mi general (1973), Bellas de noche (1975), La vida difícil de una mujer fácil (1979), Casa de muñecas para adultos (1983), Los marchantes del amor (1986), Día de los albañiles (1987), entre muchas más.
Pareciera como si el gobierno pretendiera fomentar estas imágenes como distractor colectivo y así aminorar los golpes económicos que México sufriría.
Y, aunque parezca increíble, del semillero
cinematográfico de ficheras han salido personajes que el tiempo y la madurez
los ha redimido de su picaresco pasado; ahora considerados primeros actores:
Rafael Inclán, Ana Martin, Carmen Salinas, Andrés García, Polo Ortín, César
Bono; eso sin mencionar que la actual viuda del ex presidente López Portillo,
Sasha Montenegro, fue protagonista e icono del cine de esta época. Cosas de la
historia.
Decía Marx que primero "un fenómeno histórico se vive como tragedia y después como comedia", pero en este caso se revirtió la máxima del materialista.
ResponderBorrarEfectivamente, que las condiciones de la caída del desarrollo estabilizador fueron lamentables y catárticas en el cine de "ficheras"
BorrarSin duda alguna México siempre se ha caracterizado por encima de la tragedia encontrar una cortina de humo bastante singular o podría decirse burda cubrir cosas y más refiriéndonos en lo económico. Aunque ahora están otros métodos, como los memes que viralizan todo y hace que la gente se centre en eso.
ResponderBorrarAsí es, sobre todo por el peculiar apoyo del gobierno para este tipo de material
BorrarCierto, ese cine de ficheras fue pésimo. Cierto, fue un cine que distraía y enajenaba. Fue en parte expresión del contexto de esa época, pero no era el único cine que existió en esas décadas. Estuvo ese cine y ese arte que Adolfo Sánchez Vázquez señala en Las ideas estéticas de Marx: un arte que fue contradicción con la realidad, en tanto que la representaba negativamente y, con ello, la denunciaba. De esa manera, el cine de Arturo Ripstein (El lugar sin límites), Jaime Humberto Hermosillo (La pasión según Berenice), Felipe Cazals ( El apando), Jorge Fonds (Rojo amanecer) etc., le dieron voz a la miseria, al dolor y la soledad de los individuos de una sociedad contradictoria y en varios sentidos injusta. No todo el cine de los 70s y 80s fue caso perdido. Por fortuna.
ResponderBorrarAsí es, afortunadamente no fue el único cine que distinguió ésta época; y eso hace ricamente complejo este periodo de la historia mexicana, debido a los contrastes que quedan plasmados en el séptimo arte
BorrarEs posible que estás singulares producciones, hayan sido un intento por rescatar el cine mexicano de la época de oro a través de un contexto que pudiese captar el interés del público...
ResponderBorrar¿Y que hay de nuevo? Hoy seguimos viendo a la familia Derbez y mismos actores en nefastas comedias, creo que no hay mucho cambio desde entonces
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