¡Viva la Santa de Cabora! Parte II


Por Darío Merino

Durante los treinta años de gobierno de Díaz, ni un motín, rebelión o revuelta popular se le pararon en frente. Fue Tomochic y la figura de Teresa Urrea con quienes iniciarían las movilizaciones que ahora conocemos como la Revolución Mexicana.

Porfirio Díaz consideró que la tolerancia religiosa era importante para mantener seguras las creencias de los inversionistas extranjeros, quienes no siempre eran católicos.

No obstante, aceptar un culto o veneración , como en el caso de la Niña de Cabora, que no pintaba ni como creencia católica ni protestante y que, además, parecía alentar a la población a rebelarse contra las autoridades, era pedir demasiado para el sistema de la época.

Así que, la iglesia católica se quejó y exigió la intervención del Estado para calmar esta situación. Ya que anteriormente las visitas de altos jerarcas católicos fueron recibidas a piedras y palos por exhortar a los creyentes "que la tal Teresa Urrea, ni era milagrosa y, mucho menos, santa".

A pocos días de las elecciones estatales y presidenciales la cosa en Tomochic estaba al rojo vivo. Las autoridades locales pasaron de prohibir la veneración a la Niña de Cabora, al uso de la violencia.

Campesinos indígenas motivaron a la comunidad a levantarse en armas para exigir la devolución de sus tierras, porque decían, era la voluntad de la Niña.

Y, al grito de ¡Viva la Santa de Cabora! Declararon a Tomochic zona independiente de México. Se enfrentaron grandes masas participando niños y mujeres por igual.

A finales de 1891, y durante todo el año siguiente, los enfrentamientos aumentaron. En octubre de 1892 la ventaja del ejército superó a los tomochitecos quienes fueron acorralados en sus cuarteles, atrapados y fusilados. Más de la mitad del pueblo pereció.

Por órdenes de Díaz se realizó una percusión incansable contra Teresa Urrea, culpada por el gobierno de haber originado este caos.

Los medios oficiales de comunicación, diluyeron el asunto. Publicaron que lo acontecido en Tomochic fue solo un problema de fanáticos religiosos.

Quizás, la revolución mexicana no empezó en 1910. Quizás, fue dieciocho años antes en el pueblo de Tomochic, motivado por una mujer.

Lamentablemente las figuras de Francisco I. Madero, Emiliano Zapata, Pancho Villa, Carranza, y otros héroes de la historia oficial de la Revolución Mexicana, omitirían a la Santa de Cabora, dejándola en el olvido. Cosas de la historia.

Comentarios

  1. Queremos más acerca de CABORA. Por otro lado, me quedo con la parte de lucha (inicio de la revolución antes de 1910).

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    1. Hay mucho más. En otros momentos comentaré porque fue tan famosa entre los inmigrantes mexicanos en Estados Unidos

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  2. Muy, muy interesante conocer la historia de esta mujer

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  3. Que bien es reconocer el papel de mujer en la historia, ya que su labor ha generado cambios significativos en la vida social y productiva gracias por valorar a Teresa Urrea.

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  4. Muy interesante el tema, y lo que definitivamente es cierto es que la historia la han escrito los hombres, dejando de lado acontecimientos importantísimos perpretados por mujeres que ciertamente tuvieron el coraje y la inteligencia de cambiar el rumbo de la historia sin que se les haga justicia por ello, lo que hace importantísima tu aportación amigo.
    Gracias.

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